sábado, 12 de agosto de 2017

Las pasiones del ayer, Juan el malagueño y los rezos doctrinales persistentes y necesarios


12 agosto 2017


- Sentí una pasión enorme aunque yo solo tuviera 16 años. Dos copas de cava y una enorme adoración por el escenario en que lo vivía eran mas que apreciables. Siempre fui joven y adelantado. “Enric, tienes manchas amarillas en el calzoncillo y eso no puede ser” 

– Esa fue de las primeras broncas aleccionadoras mal explicadas que nunca entendí, ni entonces por no saber de que que me hablaba mi querido Agustín azuzado a ello por mi querida Paquita, ni yo a mis trece, por qué leches me lo preguntaban. 

- Las tardes/noches en San Carlos Club y su botellita de Codorniu extra compartida con la María Luisa de turno, (hasta las diez, que era la hora en que tocaba estar en casa, bajo pena de muerte episcopal), eran como ahora tomarte un par de quince cubatas, durante los Viernes la Nuit. 

- No entiendo como aflora a mi imaginación virtual aquellas escenas que, a veces, ni me acuerdo cuando me las preguntan, pero hoy si. 

- A mi amigo Juan, el aparejata malagueño que vive en Valencia, ahora ya hace seis años que le tomaron un trozo de su bendito cuerpo, una de sus dos vísceras riñonales,  para extraerle el mal de males y yo, sin poder evitarlo, estoy con él, ahora y siempre. Ya no rezo porque no me quedan papiros doctrinales a mi alcance, al de mi moral, para ello, pero si que tengo un “nosequé” en el ojillo izquierdo que me hace muy interesante, pues nadie sabe si estoy de algo picante hasta las cejas, o es que tengo algo dentro que se va a salir de dentro “pafuera” de un momento a otro. 

- Ánimo Juan, el lunes ya seremos uno, compartidos y hasta que haga falta, amigo. Te dejo aquí una de esas que te gustaban en los 80 cuando nos conocimos, canción con un mensaje muy actual, amigo, muy bidireccional:




3 comentarios:

  1. Buenos días. Me has despertado, bueno es un decir, con la música de uno de mis ídolos. Puedo tener prácticamente todos sus discos, vinilos ahora, y con tus recuerdos, unas veces tristes, otras menos y las más melancólicos. Son los míos también modificados por las circunstancias que nos rodearon. La vida es así...despreocupada con ella y exigente con nosotros. Quiero pensar que tendrá que serlo porque de lo contrario, nada, absolutamente nada tendría sentido, ni tan siquiera esto. Ni tan siquiera. Aquí de fiesta para el que quiera y pueda. Yo no desde luego. Puede ser que sea verdad que el amor igual que llega pasa...o no. Feliz sábado.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tu profundo sentir siempre me sorprende, amiga Paz ... nada pasa y todo queda, dice el poeta. Nosotros seguimos aquí y en cualquier estado ya es mucho.
      Un abrazo y feliz sábado

      Eliminar
    2. Repasaba este comentario tuyo ... me encantó

      Eliminar

Este blog comparte contenidos con otro de mis blogs a modo de copia de seguridad, el uno del otro, hasta el 24 de febrero de 2023

https://enriquetarragofreixes.wordpress.com/